Google defiende su proyecto
En éstas, Bernardo Hernández, director de Marketing de Google España, va y dice que La legislación estadounidense permite reproducir los libros de las bibliotecas. Google reprodujo con permiso de éstas parte de los libros, no la obra en su totalidad. Pero si el editor lo pide, se retira su contenido. Hernández daba la clave de la utilidad del buscador: el ciclo de un libro en papel es muy corto, en Internet puede ser eterno.
El origen de la polémica es que Google ha digitalizado sin autorización extractos de cientos de libros de esta editorial que residen en la Biblioteca de Michigan. ¿Eso es pecado benial o mortal?, que diría mi abuela. El caso es que si uno acude a la página de información del proyecto Google Búsqueda de Libros (de reciente aparición en español) se asegura que podremos visualizar el contenido completo de libros de dominio público y, si se trata de libros protegidos por derechos de autor, sólo se mostrarán algunas páginas.
Who's afraid Google Book Search?
En España, la reforma de la ley de PI (2006) menciona que se pueden reproducir sin el permiso del autor pequeños fragmentos de su obra. Es decir, ofrece cierta subjetividad en cuanto a magnitud, seguramente para que un juez, ante una posible demanda, decida finalmente qué es pequeño. Estupendo, porque si el juez ha visto Barrio Sésamo, no hay problema.
Publicaciones de la Universidad de Alicante no tiene miedo a Internet

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