A nadie escapa que el crecimiento de YouTube es espectacular. Declaran recientemente que están sirviendo 100 millones de vídeos a diario. En el mes de junio, subieron a sus servidores 2 millones de vídeos, lo que supone un crecimiento del 23% con respecto a mayo. Esto genera para YouTube un gasto millonario en ancho de banda y los especialistas empiezan a especular en cómo será su futuro, alejado cada vez más del caso Napster.
Leemos un interesante artículo de Ken Fisher en ArsTechnica: YouTube and the copyright cops: safe... for now? en donde habla de las infracciones -por ahora consentidas- del copyright de algunas importantes cadenas de TV en EE UU. Pero también se están infringiendo estos mismos derechos de canales televisivos españoles, quienes no se han quedado atrás y emiten los vídeos de los usuarios colgados en YouTube. Todo un toma y daca, al menos hasta el momento.
¿Caerá el peso de la ley sobre YouTube?
La primera pregunta que se hacen los analistas es por qué las grandes corporaciones televisivas, las supuestamente dañadas en sus derechos, no han puesto a la policía a las puertas de YouTube. El argumento legal que se ofrece es que no hay nada napsteable en YouTube, porque se argumenta que éste es un servicio de alojamiento y que son los usuarios los que ponen los vídeos en sus servidores. Por tanto, YouTube no sería otra cosa que un proveedor sin responsabilidad sobre lo que sus clientes hagan, pero con la lógica autoridad para echar de sus servidores lo que estimen justificado, por el motivo que sea, no sólo el referido al copyright. (En España, quien debe pagar los derechos es el promotor de la comunicación pública, por tanto, debería pagar YouTube a los titulares de los derechos).
La estrategia de dejemos que el pez crezca
Los supuestos agraviados están ofreciendo así cierto grado de condescendencia en sus argumentos para no usar la vía legal. Puede que se deba a que la mayoría de las corporaciones afectadas sean televisivas, las cuales podrían considerar que si esperan, más ventaja tendrán para negociar en un futuro, y que lanzar ahora a los agentes de la RIAA sobre las oficinas de YouTube como si fueran Los Intocables sería un lamentable error. La hipótesis de que YouTube llegue a alojar una cantidad insultante de vídeos con sus contenidos distaría, por tanto, de ser un problema.
¿No molesten a YouTube o no molesten a Google Video?
No sabemos, pues, qué grado de sinceridad hay en esos argumentos. No tenemos la certeza de que los abogados sean sinceros cuando tratan de alejar a YouTube de Napster. Puede que tampoco se vean con el juicio ganado esta vez, con un Internet mucho más maduro. Puede que se trate de estrategia mercantil. Pero la gran sospecha es que, teniendo en cuenta que quien se reparte la otra gran parte de este pastel es Google Video, quizá no sería oportuno quejarse demasiado y esperar a que madure la situación de las dos webs proveedoras de vídeos.
Los contenidos en la Red y los canales televisivos: ¿the next generation?
Tampoco podemos olvidar que estas corporaciones son conscientes de que Internet se ha convertido ya en su gran competidor. No olvidemos que para los canales televisivos, con YouTube pueden monitorizar las preferencias de los usuarios, es toda una radiografía del target más deseado: los jóvenes. Así, no sólo hay que recordar el fichaje de MTV de Brookers, la veinteañera que alojaba vídeos en YouTube, sino la parrilla popular que están confeccionando los usuarios con capítulos manga, reposiciones de viejas o nuevas series... Es decir, constituyendo un verdadero canal televisivo apócrifo o un webcasting popular. Está claro que quién diseña el mercado.
El share ha muerto, viva el clic
A la vieja máxima de que hablen de uno aunque sea mal, la nueva de que me saquen en Internet aunque sea mal. Al índice de share habrá que sumar un índice de impacto en Internet en muy poco tiempo. Las cadenas televisivas tendrán que ingeniar una participación disgregada en la red y dejar de pensar que pueden estar presente en la mente de los futuros usuarios con contenidos encadenados a sus sitios web. Ser mediático no dependerá en un futuro cercano de aparecer en televisión.
El caso en España
Las cadenas televisivas españolas no se escapan de la absorción de sus contenidos. Si uno realiza una búsqueda 'Camera Café' de Tele 5 en YouTube, éste le devuelve (hoy) 174 resultados, o sea 174 episodios codificados ad hoc, alojados y catalogados por la web. ¿Cabe pensar que Tele 5 ha ayudado a que eso suceda? Por otra parte, La Sexta ha tomado mayor iniciativa y se ha hecho un verdadero ejercicio de retroalimentación colocando un apartado de YouTube strictu sensu en uno de sus programas, y realizando un concurso que emite vídeos de YouTube o Google Video: El vídeo del millón de euros. Quizá, después de todo, tengamos un happy end.
18 julio 2006
Las TV consienten a YouTube (por ahora)
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