Como herramienta vehicular de la información en la que se ha convertido el weblog, ya deberían existir blogs cuyo orden no sólo lo marcara el servidor (orden descendente). ¿De qué manera se extendería la aplicación social de los blogs si pudiéramos escoger el orden de los post? Es decir, si a un blog se le pudiera dar el mismo orden que una novela o una tesis (orden ascendente), o si se le pudiera dar un orden aleatorio (orden folksonómico): bien donde los post estuvieran ordenados según la recurrencia de tags (vg: del.icio.us), bien por la importancia que dan sus lectores (v.g: Digg, Menéame).
Bob Stein, uno de los llamados digerati (intelectuales digitales) nos ofrece su visión del libro del futuro en su Institute for the Future of the Book. En resumen, defiende que el futuro del libro no se encuentra tanto en la línea de la masiva digitalización (su idea es neutralizante de los planes de Google y de Quaero). Para Stein, contrario a la idea del liquid book, los libros del futuro requieren HTML. ¿Por qué? La mejor manera de entenderlo es ver un bookblog y dejar de hablar de él, como el que dispone en su instituto: Gamer Theory, de McKenzie Wark.
¿Cómo sería un libro que es un blog o un blog que es un libro?
La idea de Stein me ha parecido magnífica para ciertas aplicaciones, sobre todo las relacionadas con la investigación y la docencia. He imaginado cómo será el futuro de libro si ideas como ésta se ponen en marcha: mire el ejemplo e imagine cómo serán las tesis doctorales del futuro, y cómo cambiará la lectura de éstas, la manera de acceder a ellas en los buscadores, la manera de involucrar al resto de la comundad científica; qué significarán conceptos como intertextualidad o metatextualidad, y cómo variará el concepto de propiedad intelectual...
19 junio 2006
Bookblog: el libro del futuro no es líquido, ni sólido, ni gaseoso
Etiquetas:
Copyleft,
Derechos de Autor,
Propiedad Intelectual
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